Emergiendo
Conviene que seamos un poco menos católicos. Esto es, menos dados al sentido de culpa y más dados a concentrarnos en tomar las mejores decisiones. Menos dados al autocompadecimiento que al autoestímulo. Menos dados a cocinarnos en nuestros tormentos que a dejar fluir el tiempo y navegar en él hacia el cambio. Conviene agradecer por los momentos felices de la vida y aceptar el dolor de tomar con firmeza decisiones que escinden, como parte del itinerario que le otorgará peso de equilibrio a nuestra existencia fugaz y volátil.
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