Calle 13
Terminaron unos locos puertorriqueños cantantes de reggaeton que recientemente han incursionado en temas políticos de izquierda, siendo interlocutores de la cancillería colombiana y del alcalde de Manizales... Yo creo que en la vida se imaginaron que un estampado ingenioso en una camiseta los pondría a alternar con ministros de relaciones exteriores e irritando patriotismos oportunistas. Y por supuesto que si: Colombia es más que Uribe y un dardo contra Uribe no es una ofensa contra toda Colombia.
Para los colombianos demostrar respeto frente a quien según la Constitución es el representante del estado y el líder de la nación, es una buena muestra de coherencia democrática. No obstante este respeto no obsta ser crítico y una crítica no es una falta de respeto.
Mientras no sea un hecho jurídico, tildar a Uribe de paramilitar es inconveniente, pero, dada la correlación evidente y demostrada entre presencia paramilitar, votaciones atípicas y llegada de Uribe al poder; dados también los falsos positivos, la indolencia presidencial frente a las víctimas de los paramilitares y su indiferencia frente a los cuestionamientos éticos que preguntaron por la legitimidad de leyes aprobadas por congresistas de elección ensombrecida; dada la yidis-política, con justicia se puede afirmar que Uribe ha significado para la política colombiana un envilecimiento sin precedentes, y la crudeza de un real-politik desfachatado y altivo, un talante caudillista que no respeta instituciones, constituciones, principios éticos o políticos, democracia, oposición, ni fiscalización internacional. Por más que la guerrilla sea una basura, no se puede mandar al país a la misma basura para derrotarla y eso en parte es lo que ha logrado Uribe paulatinamente más allá de los innegables logros en seguridad.
Entonces, que unos reggaetoneros con afán de protagonismo político o algún tipo de sincero interés por decir cosas en latinoamérica, digan que Uribe es paramilitar es en cierto modo un desacierto, más allá de que paramilitar sea el color y el olor de su llegada y su legado, pero en manera alguna alcanza para merecer un pronunciamiento en vivo y en directo de nuestra cancillería, eso sí que es una ofensa al orgullo nacional ¿O qué otra cancillería de país serio interlocuta con cantantes, de reggaeton?
Para los colombianos demostrar respeto frente a quien según la Constitución es el representante del estado y el líder de la nación, es una buena muestra de coherencia democrática. No obstante este respeto no obsta ser crítico y una crítica no es una falta de respeto.
Mientras no sea un hecho jurídico, tildar a Uribe de paramilitar es inconveniente, pero, dada la correlación evidente y demostrada entre presencia paramilitar, votaciones atípicas y llegada de Uribe al poder; dados también los falsos positivos, la indolencia presidencial frente a las víctimas de los paramilitares y su indiferencia frente a los cuestionamientos éticos que preguntaron por la legitimidad de leyes aprobadas por congresistas de elección ensombrecida; dada la yidis-política, con justicia se puede afirmar que Uribe ha significado para la política colombiana un envilecimiento sin precedentes, y la crudeza de un real-politik desfachatado y altivo, un talante caudillista que no respeta instituciones, constituciones, principios éticos o políticos, democracia, oposición, ni fiscalización internacional. Por más que la guerrilla sea una basura, no se puede mandar al país a la misma basura para derrotarla y eso en parte es lo que ha logrado Uribe paulatinamente más allá de los innegables logros en seguridad.
Entonces, que unos reggaetoneros con afán de protagonismo político o algún tipo de sincero interés por decir cosas en latinoamérica, digan que Uribe es paramilitar es en cierto modo un desacierto, más allá de que paramilitar sea el color y el olor de su llegada y su legado, pero en manera alguna alcanza para merecer un pronunciamiento en vivo y en directo de nuestra cancillería, eso sí que es una ofensa al orgullo nacional ¿O qué otra cancillería de país serio interlocuta con cantantes, de reggaeton?
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