Pobreza de espíritu
En estos dias hay un mensaje que viene rondando mi cabeza a raíz de los sermones de perdón y compasión que escuchamos en las misas en esta temporada de cuaresma: Pobreza de Espíritu. Es la carestirística mas importante, el valor fundamental con el que deben contar los llamados bienaventurados por Jesús en algún aparte del evangelio. La pobreza de espíritu expresa escencialmente la humildad con la que los seres humanos debemos vivir nuestras vidas, la compasión y el respeto que debemos sentir hacia todos los seres y la caridad como el medio para alcanzar la felicidad en esta vida y para asegurar la eternidad.
El mensaje me parece válido pero incompleto. Estoy de acuerdo con que la caridad, la compasión y la humildad son valores importantes que debemos cultivar para nosotros a través de un testimonio vivo y coherente, pero en mi opinión debe ser un testimonio con espíritu emprendedor. La pobreza de espíritu se confunde mucho con la pobreza de plata. Se cae en la idea de que solo los pobres, los desdichados, los desafortunados tienen como única salida conformarse y cargar con sus tristezas, arrastrando la pesada cruz de nacer pobre y sin un centavo. De igual forma se maneja la idea generalizada de que ser rico es ser pecador. Es una cruz aún peor, significa haber nacido en la abundancia bajo la ayuda incondicional de satanás.
No estoy de acuerdo. Yo soy mas partidario de otro discurso. Todos, y absolutamente todos, debemos soñar con ser ricos, empresarios, generadores de empleo y de riqueza, con fuertes y sólidos valores de humildad, sencilles de corazón, compasión y caridad. Todos tenemos derecho a soñar con el bienestar de nuestras familias, de nuestras amigos y de nuestros pueblos. Es nuestro deber como colombianos, sacar adelante nuestro país, y sólo con trabajo arduo, honesto e inteligente, podremos lograrlo.
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