Igualdad

A lo mejor la razón por la cual no me gusta el discurso igualitario, lo que de él me resulta repulsivo, es que detrás de él se esconde una suerte de narcisismo.

¿Por qué la postulación arbitraria de la igualdad iba a ser condición de mi respeto hacia ti? ¿Acaso la única manera en que yo pueda honrarte es suponer que tú eres una copia de mí? O la de siempre: ¿Por qué las más pequeñas diferencias, inevitables y afortunadas, iban a justificar tanta sangre derramada?

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