En el espejo

No me quiero ver en el espejo temeroso o indeciso. No quiero sentir sudor en mis manos ni verme a los ojos cuando mi mirada no penetra, yo que tanto me he enorgullecido de ser un navegante de la incertidumbre. Es más que claro que no soy de acero, y que mis debilidades también pueden lastimar a los demás.

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