Patria

Amo a mi país con locura. Amo mi lengua como amamos la leche materna que bebimos cuando no sólo nuestros paladares eran aún tejido blando.

Amo el amor con el cual todos conservamos nuestros más tiernos recuerdos, la manera como los diferentes paisajes de la tierra tuestan nuestras culturas al frío de los nevados o al sol abrasador de los desiertos. No encontramos mejor forma de honrar el pasado que nos edificó sino reconociendo que lo que somos proviene en buena parte de los consejos, ejemplos, palabras y regaños de nuestros mayores, nuestros familiares, nuestros amigos, especialmente los más tempranos.

Todas esas riquezas que somos crecen en la medida en que las compartimos y no las atesoramos. Te doy a conocer el sabor de la música de mi región para contagiarte de su alegría. Muéstrame las tonalidades que el alma humana ha adquirido en los parajes de donde vienes para hacer resonar con fidelidad toda esa belleza allí silvestre que ya tus ojos me relatan.

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