DMG
No me gusta dar sermones, pero.
Para hacer lo correcto no hace falta ver con ojos ajenos, entrar en trances o buscar clarividencias.
Basta ver, simplemente, con honestidad, todos los datos, opuestos, todos los indicios y apartarse de lo que huele mal.
Basta querer saber, más allá de las explicaciones acabadas, pulidas, bien presentadas, fáciles de digerir, diseñadas para el efecto, que de antemano conviene comprar.
Para hacer lo correcto no hace falta ver con ojos ajenos, entrar en trances o buscar clarividencias.
Basta ver, simplemente, con honestidad, todos los datos, opuestos, todos los indicios y apartarse de lo que huele mal.
Basta querer saber, más allá de las explicaciones acabadas, pulidas, bien presentadas, fáciles de digerir, diseñadas para el efecto, que de antemano conviene comprar.
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