Cosas para desterrar

El discípulo reclina su cabeza para recibir un fuego que arderá, destellará y se propagará por el mundo, viajarán las ideas como gravitan nuestros cuerpos en sendas a través del universo, trepados en esta entrañable mota azul pálida, siendo siempre los mismos detrás de antifaces que pulimos con cariño todos los días, sería demasiado impactante mostrarnos ante el mundo, social, en nuestro originario agujero negro de posibilidades contradictorias así sin más, necesitamos hilar una historia a través de un orificio previsible, paso a paso, revolución tras revolución, con paciencia, dejando que el tiempo fluya, empujando y presionando con fuerza justo en el momento en que el ritmo percibido lo señale, y aguardando o retrocediendo para construir en muchos otros lapsos... viajarás como corresponde a un tripulante de esta raza, para probarte y saciar tu sed de colores y diversidad, para conocer lo que se constituirá en tu identidad algún día, surcarás mares de palabras y de imágenes y de sonidos y de sentido, habitarás por siempre la humanidad y desde allí recibirás al mundo.