V for Vendetta

Esta película hay que verla. Vale la pena solo por el libreto. Contiene frases contundentes y que ameritan ser pensadas calmadamente. Uno de los protagonistas, el anónimo -V- es un antihéroe declarado. Lo llegan a llamar mounstruo en el transcurso de la película. V, por tanto, es más que otro enmascarado. Es un ser humano atrapado en su circunstancia. Más que otra reacción del universo, es de todos modos un eslabón de una secuencia de sucesos, quien, al hacerse consciente de lo que tiene en común con lo que se supone ataca, al entender la igualdad que se establece entre todo par de contricantes, decide seguir la ruta de su secuencia, conducente a la muerte, y desaparecer al mismo tiempo que su contraparte, para darle paso a un mundo diferente, sin la presencia propia y la de su negado. En términos de personajes, los "malos" no dejan de ser caricaturescos, demasiado definidos y simples para terminar de ser creíbles. Una forma de restarle importancia a los asesinatos del anti-héroe.

Políticamente tiene un corte liberal afortunado. Es muy oportuna en un contexto actual internacional ultraconservador liderado por personas como el vaquero presidente de norteamérica de estos días, cuyo discurso es tan simple como maníqueo y manipulador. En Colombia también es oportuna la película en plena polémica por la incumbencia paramilitar en organismos de seguridad del estado. ¿Cuánto estamos dispuestos a ceder en virtud de nuestro miedo? ¿Cuánto atrocidad podemos tolerar cuando nos agobia el miedo o el tedio de la guerra? ¿Qué tan democrática debe ser la democracia en presencia de terroristas? La respuesta es, tal vez suicida, si seguimos un encadenamiento lógico, al cual en este caso me adhiero. No se pueden sacrificar los derechos individuales en nombre de la seguridad. Un sentimiento hacia la eficacia nos puede indicar el camino de la sangre, que siempre será atractivo porque hay un nivel de gusto en la crueldad por cuenta de nuestro pasado genético, por cuenta del solo hecho de estar vivos. Pero nuestro problema en política -espacio para soñar colectivamente- no es la eficacia, ni el tiempo de respuesta. Ese es el problema del poder bruto, de la satisfacción de ciertas tendencias infantiloides humanas. El problema de la política, y en específico como la conformamos desde la democracia teórica, es el de construir espacios sociales duraderos, culturalmente fértiles, en los que el conflicto sea usado como fuerza motriz y no sea un obstáculo hacia algún camino definido como de progreso.

Creación de armas biológicas, experimentos sobre seres humanos, homofobia, atropello de la misma población civil nacional cuando se le considera basura moral. Intolerancia de la extrema derecha. El dejar ser y dejar hacer, más que una expresión de despreocupación por los acontecimientos globales, debe ser una decisión con convicción que se haga con un enfoque pedagógico dirigido hacia los objetos de nuestro miedo, los "bárbaros", que lo son solo por permanecer exteriores a nuestra cultura, pero que siempre tendrán algo interesante que decir, enseñarnos y aprender. Transformar el mundo es mucho más que poner bombas, aún si se las pone como símbolo. Transformar el mundo es hacer un mundo nuevo a partir de ideas que cobran vida en los pasos de las personas, ideas que son interpretadas y apropiadas caso a caso.

Como humanos no hay algo más elevado que podamos hacer que volcarnos sobre lo humano, que nos duela la especie en cada estupidez y en cada atrocidad. Que, dándole en esos casos más valor a lo que se puede hacer que a lo que otros ya han hecho, se entienda que se tiene la oportunidad de rehacer la especie en cada decisión que se toma. Pero por el camino del volcado sobre lo humano, el sí mismo, se puede llegar a un ombliguismo infértil. Algo parecido a lo característico de muchos círculos humanistas. En situaciones de conflicto, cuando el mundo tiene tal forma que resulta abiertamente contrario a lo que somos capaces de soñar, no tiene sentido el darle la espalda a la realidad para asegurarnos altos niveles de bienestar o felicidad fácil. Estar volcado sobre lo humano, fundamentalmente como el estar volcado sobre todos los humanos. Más allá de una contracara narcisista, una participación en la historia. Interesarme tanto por lo humano en el nivel colectivo, que mi decisión sea "dejar ser y dejar hacer".

Me interesa menos la realidad como fuente de definiciones estáticas o inamovíbles, y más como fuente para la conformación de un más completo estado de cosas que se van a transformar o a afirmar dinámicamente. Pero jamás darle la espalda a la realidad. Conocer la realidad para desobedecerla. Ver a los ojos a la realidad, antes de modificarla, pero verla con claridad. La realidad de lo humano es bastante escurridiza. Contradictoria. Por eso, en ese caso es más claro lo inútil de usar la realidad para extraer definiciones.

------------------------------------------------------------------------------------------------

- ¿Si saber algo te supone acarrrearte problemas, incomodidades, posiblemente la muerte y la persecución, aún deseas saberlo?

Tiene algo en común con las preguntas lanzadas al aire en "The Matrix" en cuanto a que si la realidad es mucho más fea, oxidada, incómoda que alguna burbuja en la que vivamos ¿nos interesa lo que pueda ser la realidad?. Sufrir persecución por proclamar una idea, que no es superior, sino que está a nuestra verdadera altura. Sufrir por hacernos conscientes, a fuerza de voluntad, del tamaño de los retos que aún tenemos como especie.

- Las ideas son a prueba de balas. He visto a hombres matar por ideas, y morir en su
nombre. Pero a las ideas no las puedes tocar, ni besar.

- No olvidar que el poder de los gobiernos proviene de sus gobernados. Revolución.

------------------------------------------------------------------------------------------------

Deseo de poder decir lo malos y oscuros que somos.
Deseo de morir, por la causa más digna posible.
Deseo de dar lugar a generaciones más fuertes
Pedagogía no complaciente.

Si lo anterior no es muy paternal-viril, por lo menos sí es parte importante en lo humano.

Parece que hay tendencias que tenemos grabadas a fuerza de instinto. Tendencias de grandes repercusiones Históricas, evidentes en las posteriores o imaginativas historias de héroes, y más en las de antihéroes.

Desde la rebeldía frente a las definiciones ¿Qué hacer frente a lo que entendemos en nosotros tiene una causa lógica y conveniente, pero previsible? Nuestra tendencia hacia el tedio, fuente de toda rebeldía, y disposición hacia llevar la contraria, ¿Nos basta para combatir los elementos de nuestra identidad que son heredados filogenéticamente?

El saber nos impide apasionarnos, nos permite darnos cuenta de cuando se nos está hablando con el propósito de movilizarnos, acudiendo y accediendo a las fibras y a la sangre. He aquí un compromiso entre saber y disfrutar del hecho de estar vivos por la vía de la pasión*/

Comentarios

Entradas populares