Órdenes

Ya deja de buscar verdades fuera de tí, tus verdades siempre tendrán tu forma, siempre tendrán el propósito de edificarte felicidad.

Ya deja de buscar razones para vivir, enseñoréate sobre tí mismo, como lo hace la vida. El problema no está en encontrar razones para vivir, sino en que necesites una razón. Es como si te sintieras culpable por vivir y permaneciera en tí una interminable necesidad de pedir disculpas por ser, de justificar tu existencia ¿Por qué necesitas algo tan simple como una razón para decidirte a vivir y a buscar lo que quieres?

Si, no obstante, necesitas razones para vivir, créalas, pero nunca olvides que las creaste, que ellas eres tú, que entre más perfecta sea la verdad, más se asemeja a tu deseo de perfección.

Comentarios

mambru dijo…
Quienes son mas afortunados, los colombianos que no tenemos otra razón para vivir más que sobrevivir, o los gringos, que lo tienen todo y no tienen nada, que buscan sus razones en las drogas alucinógenas.
josevíctor dijo…
Parece que esta es una de esas preguntas que no tienen intención de ser respondidas, porque tal y como está formulada ya afirma que la verdadera pregunta sería: ¿Quiénes son menos desafortunados...?

Alguna vez alguien, creo que Luis E. Bravo, me preguntó que a quién le escribo en este blog. La respuesta es: generalmente a personas concretas, o a propósito de conversaciones puntuales, tan diversas y azarosas como la cotidianidad. La verdad también es que, la persona gramatical con la que más cómodamente me siento, en general, es la segunda en signular. Incluso, podría decir, que, por ejemplo, la tercera persona la uso a regañadientes. Hace parte de mi personalidad: Me gusta interactuar con individuos, y lograr el máximo de intimidad en las conversaciones, lo cual se logra mucho más directa y fácilmente hablando de "tú a tú". En esta entrada, quise hablarles a aquellas personas cuya sensibilidad exacerbada las lleva a plantearse problemas existenciales, a hacerse preguntas difíciles, tal vez prohibidas. Es necesario tomar la decisión firme de vivir, aunque suene raro o elemental, y desechar las edificaciones etéreas que no con poca frecuencia nos aplastan y asfixian; por más sublimes o absolutas que parezcan, fueron hechas en últimas para edificarnos.

Finalmente, en cuanto a gringos y colombianos: pienso que somos "afortunados" de tener tantos problemas hoy, como fuimos "desafortunados" antes por tener tantas riquezas naturales deseables por los imperios coloniales de la modernidad incipiente. Diría que la vida se nutre de los desbalances, y que no existen ventajas absolutas. Siempre hay algo que aprovechar de lo que en principio se puede ver como desventaja.

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