¡Qué día!

En días como hoy en que el mundo fluye, tu sobrina cumple tres meses de nacida y te parece cada vez más linda y más fuerte y más propia, todas las noticias son de victoria y todos los signos la respaldan; cuando los problemas palidecen de debilidad, tus jefes son sensibles y la gente en transmilenio reacciona casi por telepatía con amabilidad, sin necesidad de voltear a mirar, como si tuvieran ojos en la parte posterior de la cabeza o simplemente supieran cómo actuar para formar una especie de mano acolchada colectiva que amortigua la llegada de aquella señora que lleva en sus brazos a un niño ya pesado pero aún muy pequeño; en días como hoy, en los que bien se merece la vida una sonrisa amplia, una promesa, un propósito, una decisión, yo lanzo al viento una sola palabra: ¡gracias!